Existen dos motivos por los cuales tu hijo moja la cama o se le escapa durante el día. Es debido a que aguanta demasiado, a que está aprendiendo los tiempos de cuando tiene ganas o no, desarrollo físico de la edad y por temas emocionales.
Emociones: mojar la cama tiene una relación directa con las emociones que está viviendo tu hijo. Circunstancias de su entorno le afectan y les generan emociones como miedo, melancolía, apego o echar de menos a alguien, rabia, inseguridad y estrés.
Desarrollo físico: algunos niños tienen un desarrollo más lento que otros. Es muy importante que como padres estemos pendientes de sí nuestro hijo va con frecuencia al baño y de recordárselo.
A Ellos se les olvida y suelen avisar cuando están al límite. Cuando sienten que su vejiga ya no puede más.
El control de vejiga se suele dar entre los 2 a 3 años. Si sucede de 4 a 5 puede ser por maduración más lenta o por circunstancias emocionales que le estén afectando. Un niño suele orinar entre 800-2000 mililitros por día.
Tener en cuenta estos dos factores será de utilidad para aplicar las claves para ayudar a tu hijo a no mojar la cama.